Estimados compañeros y compañeras:
El pasado viernes se produjeron 5 nuevos despidos
(4 en Gestión Territorial y 1 en Administración) que se unen a la lista de más
de 25 bajas laborales, que desde la Sección Sindical de CCOO en Ayesa Sevilla
hemos contabilizado en los últimos 6 meses.
En la mayoría de los casos han utilizado como
motivo el despido objetivo, basado generalmente en causas económicas y
organizativas, pero también despidos derivados de la negativa del trabajador a
desplazarse a otro país con unas condiciones económicas nada atractivas, así
como extinciones de contrato por finalizaciones de obra y traspasos a la nueva
empresa del Grupo Ayesa, Atech Bpo, S.L. (ahorrándose indemnizaciones, que
fueron de 8 días en vez de los 20 que en algunos casos les correspondía).
Por tanto, es clara la política que en los
últimos meses se está llevando a cabo en AYESA por parte de la Dirección:
·
por un lado, la
externalización mediante la contratación de determinados servicios a otras
empresas, deshaciéndose de los trabajadores y trabajadoras que prestaban esos
servicios.
·
por otro, el aumento de la productividad vía reducción de costes, con
el objetivo de desarrollar las misma funciones con menos personal a costa de
trabajar un mayor número de horas sin remunerar.
Desde la sección sindical de CC.OO. hemos presentado al departamento
de RRHH varias alternativas para trasladar a la Dirección, y que creemos pueden
paliar el goteo continuo de bajas que se está produciendo en toda la empresa,
pero con especial virulencia en algunas áreas de negocio, como es el caso del
Área de Gestión Territorial. Entre estas medidas se encuentran reducciones de
jornada, suspensiones temporales de contrato con derecho a prestación por
desempleo, excedencias pactadas y otras.
Los despidos del pasado viernes constituyen una muestra clara de la
falta de voluntad por parte de la Dirección de mantener el empleo en Ayesa
Sevilla, teniendo como única preocupación e interés el beneficio propio.
Sin ir más lejos se producen despidos alegando falta de trabajo,
mientras en varios Departamentos se están haciendo horas extraordinarias a
destajo durante la jornada intensiva (caso de Estructuras y de Instalaciones),
sin que se ponga en práctica una política de reorganización del personal que,
como en el caso de los delineantes, bien pueden desarrollar su labor en otros
departamentos diferentes al suyo propio, o bien se
contratan becarios que desarrollan la labor del trabajador/a despedido/a.
Ante esta situación, surgen varias preguntas:
§
¿por qué una empresa que factura millones de euros y mantiene un beneficio
en 2012 cercano a los dos millones de euros despide trabajadores con carga de
trabajo?
§
¿por qué algunos jefes de departamento se preocupan más de sus números
que de colaborar en la recolocación de compañeros?
§
¿estamos dispuestos a incrementar la carga de trabajo echando más
horas fuera de la jornada laboral después de que se haya despedido a un
compañero que desempeñaba las mismas funciones?
§
¿nos quedamos impasibles mientras el número de empleados desciende mes
a mes, esperando nuestro turno, o quizá sea el momento de plantear una acción
colectiva que intente frenar los despidos?
Como siempre, estamos abiertos a cualquier sugerencia
que queráis hacernos sobre este o cualquier otro tema.
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